Según Michael E. Gerber, la principal causa de los fracasos en los negocios no radica en la falta de conocimiento de los dueños en gestión, marketing, etc. El principal problema está en que gastan su energía defendiendo lo que creen saber en lugar de utilizar y escuchar otras posibilidades y formas de hacer las cosas.
Seguramente, estarás de acuerdo conmigo en que los mejores hombres de negocios han logrado serlo, porque arriesgan lo que tienen y están decididos a obtener lo que se proponen; esto último parece una frase trillada, sin embargo es la realidad. Aquél hombre que decidió emprender y salir triunfante de la hazaña, sin duda está decidido a que ocurran las cosas.
Y esto no es sólo parte del mundo empresarial, en todos los aspectos de la vida se necesita de este ingrediente y de tener un visión clara de los objetivos y sus consecuencias.
¿Qué está sucediendo con las pequeñas y medianas empresas que abren y cierran sus puertas? ¿Qué sucede con los dueños de negocios?.
La realidad es que la mayoría de los propietarios están tan dedicados a controlar los objetivos que han impuesto al negocio, que se olvidan del negocio mismo. El resultado es simple: más horas de trabajo para el dueño y menos ganancias. En consecuencia, obtenemos un cierre más en las cifras escandalosas que certifican clausuras, y un dueño de negocio frustrado por no haber tomado las mejores decisiones.
Cientos de dueños de negocios exitosos dan sus testimonios, y una de las constantes que surgen de forma casi automática es que enfocaron sus energías en la forma de hacer las cosas. Sistematizaron su empresa, construyeron un equipo unido y crearon incentivos correctos. En cuanto a los clientes…se dieron a la tarea de conocer su mercado, obtuvieron conocimientos previos; y lo más importante, no lanzaron la primer moneda hasta tener en sus manos el proyecto con el que tanto habían soñado. Concretarlo fue el primero de sus éxitos…
…la pregunta es: ¿cómo concretarás tu proyecto sin un plan?
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